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Playas para tirar al techo. Algunas ultra cool que son la sede de la temporada del verano – como Punta Del Este – y otras escondidas mucho más tranqui. Pueblitos surferos y una capital con un poco de todo hacen al destino perfecto para aquel que disfrute de la arena en los pies.

Con una maravilla del mundo en su haber, es muy difícil no querer conocer Perú. Pero, aunque cueste creerlo, Machu Picchu es solo una de las joyas peruanas. Gastronomía de remil primera, montañas de colores, playas y más paisajes donde la naturaleza hace de las suyas son algunas de las razones para sacar pasaje.

Color, sabor y paraíso. ¿Existe algo mejor? Este país caribeño tiene la vibra necesaria para convertirse en un imperdible. Empezando por sus ciudades estalladas de historia y cultura, y ni hablar de sus playas, que son un pedacito de cielo en la tierra. ¡Agregalo vos también a tu bucket list!  

Una locación única, mágica y sobre todo genuina. Bolivia es colores, música y la indiscutible meca del mochilero. Será porque es, tan solo, el destino más accesible de todo Sudamérica y tiene paisajes que no parecen reales.  Sin ir más lejos, el salar más conocido del mundo. ¡Animate a conocerla!

Otro imperdible latinoamericano que no tiene desperdicio. Una capital cosmopolita, un desierto mágico y un sur para quedarse a vivir. Chile siempre es una buena opción viajera y es tu turno para conocerla.

Te dicen Brasil, ¿qué pensas? En playa, baile, buena onda y caipiroshkas. Y si no es así, estás equivocado amigo mío, porque Brasil es todo eso y más. Con una vibra hermosa, sus rincones – sobre todo playeros – llenos de magia y calor hacen al viaje perfecto (y si es con amigos, mejor). 

Nuestra tierra, la de los mil paisajes, la de la gente amigable. Argentina es todo lo que está bien. Podés encontrar desde vida nocturna agitadísima hasta gastronomía de primer nivel. Tenés montaña, tenés mar, tenés nieve, tenés una de los imperdibles naturales del mundo: el Perito Moreno. Y podemos seguir, pero mejor chusmeá vos.