Lado V de NY: 5 coordenadas alternativas del teatro neoyorkino


Delfi Giuntini es una actriz argentina que ganó una beca para estudiar en la American Academy of Dramatic Arts de Nueva York, donde vive hace ya años. Se imaginarán que experiencia en el campo tiene, y mucha. Por eso, nadie mejor que ella para contarnos sobre cinco experiencias revolucionarias y muy alternativas del teatro en Nueva York. ¡Conocelas y animate a vivirlas!


 

Delfina Giuntini tiene 25 años, es actriz, directora y productora de teatro inmersivo. Su entrenamiento actoral empezó tan solo a los 13 años en Buenos Aires, donde estudió en la Universidad Popular de Belgrano, la Universidad Nacional de las Artes y el Sportivo Teatral, entre otros, antes de mudarse a Nueva York con una beca para estudiar en la American Academy of Dramatic Arts. Un sueño hecho realidad. La primera obra de teatro inmersivo en la que estuvo fue Torres Gemelas en Buenos Aires (actualmente en cartel), obra que adaptó, dirigió, produjo y actuó en NY después de su graduación en el 2018. Ya te darás cuenta que la rompe toda, ¿no? Si no te quedó claro, te contamos que también que trabajó en espectáculos inmersivos de Roslyn Hart, como Never Sleep Alone y Confidential, entre otras performances geniales.

Ahora, tal vez te preguntes, ¿qué vendría a ser el teatro inmersivo?

Lejos de las clásicas producciones de Broadway con musicales e historias lineales, acá la posta la toma la interactividad. El público deja su rol de espectador para formar parte de la misma obra.

Un estilo de experiencia que es tendencia en el mundo del arte donde la narrativa no suele ser unilateral y, más que nada, hay una cercanía mucho mayor entre el cast y el público. Acá, la actriz experta en la Gran Manzana nos recomienda los mejores spots de teatro inmersivo y alternativo en Nueva York, para que lo vivas como un local:

1. Sleep No More, Meatpacking District

El lujoso e íntimo McKittrick Hotel cerró menos de un año después de su inauguración por el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. A excepción de algunas pocas suites que fueron alquiladas como estudios privados – entre ellos, un taller de taxidermia – el hotel fue preservado exactamente como se dejó el último día antes de cerrar en 1939.

La compañía de teatro inmersivo londinense Punchdrunk hizo de la locación abandonada su casa en New York para el ya famoso espectáculo Sleep No More, una obra de danza-teatro basada en Macbeth de Shakespeare,

Acá, las escenas suceden simultáneamente en distintos ambientes para que el espectador (enmascarado) descubra la historia mientras camina libremente por el inquietante edificio de tres pisos.

Más no te podemos contar, porque lo mejor es ir sin saber nada y sorprenderse a cada paso. Si bien esta es la joyita del espacio, el McKittrick Hotel ofrece otros espectáculos inmersivos y eventos privados con un toque único y elegantemente tenebroso que hace que cada visita sea una aventura y un viaje a otra época.

2. House of Yes, Bushwick

House of Yes empezó como un centro cultural hippie y autogestivo o, como lo llaman acá, DIY venue (Do It Yourself).

En un galpón en Bushwick – barrio arty emergente de la ciudad -, y fundado por las aerealistas Kae Burke y Anya Sapozhnikova en el 2007. Ellas, junto a un colectivo de artistas que también vivían y organizaban clases de distintas acrobacias, yoga y fiestas, llevaban la sala junto a las fundadoras, contando también con un taller de costura con el que, además, hacían sus propios vestuarios.

Un año después, un tremendo incendio destruyó el espacio por completo. Los artistas perdieron su casa y estudio laboral. Gracias a los eventos de juntas de fondos y el apoyo de la hermosa comunidad, lograron conseguir un nuevo espacio y restablecerse.

Hoy cuentan con una locación principal en Bushwick y se asociaron con el fundador de Studio 54, Ian Schrager, para abrir Paradise Club en Times Square.

Los espectáculos y fiestas de House of Yes se caracterizan por una glamorosa extravagancia circense, por un toque bizarro y muy queer, y por siempre siempre difundir la política del consentimiento, para que todos puedan desplegar su sensualidad sin temer manos inesperadas en lugares inapropiados. Eso es lo que hace la diferencia y de verdad se siente en el ambiente. ¡Un ejemplo para la sociedad!.

3. XIX Collective, Long Island

Es una experiencia multisensorial que provee estímulos audiovisuales de alta tecnología, temperaturas, aromas y vibración.

Tiene forma de domo pequeño y actualmente puede alojar audiencias de hasta 12 personas por show. Esta joyita escondida en Long Island City es una instalación del artista y arquitecto Tim Leung, que la diseñó con la idea de crear un espacio que pudiera sentirse como una escapada de la ciudad dentro de la misma ciudad.

Una plataforma inmersiva que puede producir un viaje psicodélico en estado sobrio.

Los shows en cartel son Meta-7, Opera Alquímica que reflexiona sobre el número 7 – que es un número mágico -. Ahí me podrán encontrar como la anfitriona Primal No-Self, recibiendo a los espectadores. El compositor de música y experto en instrumentos de cuerda Pedro Da Silva presenta un show de música transclásica los domingos, (un género nuevo en la música creado originalmente por su esposa Lucía Caruso y desarrollado por ambos con su grupo de música Manhattan Camerata y su compañía de film scoring Light and Sound).

La plataforma vibratoria hace que sientas la música en todo el cuerpo.

De hecho, se recomienda hacer la experiencia acostados con las cabezas hacia el centro. Parece una nave espacial que te teletransporta en un viaje sensorial único.

4. Then She Fell, Williamsburg

Es una producción de la compañía Third Rail Projects que recibe 15 espectadores por show en los tres pisos de la iglesia de St John en Williamsburg.

Está basada en Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll, pero como si tomara lugar en un hospital psiquiátrico.

Unas enfermeras te reciben con shots antes de entrar en la vorágine de la locura de este show (que es +21). Es un tour guiado por una Wonderland bastante oscura, con elementos similares a Sleep No More. La inmersión en la ficción es bien profunda en este show, ya que no solo la escenografía está muy bien diseñada y el grupo de espectadores es muy reducido sino que también los actores interactúan de una forma muy directa, jugando mucho con el contacto visual y convirtiéndolo en una experiencia muy íntima y personal que despierta al niño interno. La obra me dejó inspirada en un estado post-delirium. Súper recomendable.

5. Accomplice

En Accomplice, el espectador es el protagonista.

Se siente como estar en una película. El día antes del show uno recibe un llamado con la primer instrucción. En el horario y lugar acordado, hay un primer encuentro con uno de los personajes, que te asigna una misión que llevará al encuentro con los otros actores de incógnito. Los circuitos están armados por barrio y los personajes son confundibles con newyorkers comunes, reflejando la diversidad de la población que habita la Gran Manzana.

Infalible, este show sorprende hasta a los locales que sienten que lo vieron todo. Es una forma muy original y divertida para descubrir – o redescubrir – las míticas zonas de la ciudad.

Una forma de turismo que es única y bien “desde adentro”.

Fotos: Gentileza lugares mencionados. Las de Delfina son del fotógrafo Tim Obremski